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Diseño de una estrategia educación ambiental

*Este artículo de hace parte de la Revista Latinoamericana de Ciencia, Innovación y Desarrollo y es resultado de un proceso de investigación bibliográfica en el área de gestión ambiental y sostenibilidad.



Diseño de una estrategia de educación ambiental para el manejo de las basuras en Margarita, Bolívar.


Autores: Andrés Emilio Vargas, comunicador social periodista, Carlos Alberto Bravo, ingeniero de minas.


Resumen — El municipio de Margarita, Bolívar, ubicado al norte de Colombia tiene una problemática por la mala disposición de los residuos, dado que no existe un relleno sanitario y sus habitantes, que no tienen una cultura de reciclaje, como solución, incineran la basura. Esta situación ha generado afectaciones a la salud, entre otros efectos negativos como la contaminación de fuentes hídricas y bosques. La presente investigación planteó una estrategia de educación ambiental basada en la oralidad y la idiosincrasia de sus pobladores, por medio de la cual se pretende incentivar la cultura del reciclaje como una forma sustentable para dar solución a la problemática, en vista de que no existen recursos gubernamentales para hacer la disposición.


Abstract The municipality of Margarita, Bolívar, located in the north of Colombia, has a problem due to the poor disposal of waste given that there is no sanitary landfill and its inhabitants as a solution mostly incinerated garbage and did not recycle, which has affected health between other negative effects such as contamination of water sources and forests. This research proposed an environmental education strategy based on oral stories and idiosyncrasies of its inhabitants. This research is aimed to develop a recycling culture as a sustainable way to solve the problem, due to there is not government resources.


Palabras clave: educación ambiental, reciclaje, basuras, sostenibilidad


1. INTRODUCCIÓN


La acumulación de residuos sólidos en el municipio de Margarita, Bolívar es una problemática que aqueja a sus pobladores desde hace dos décadas. Los habitantes de este municipio le atribuyen esa responsabilidad a las autoridades públicas, que no han dado una solución ni siquiera temporal, en parte por los recursos limitados con los que cuenta. El municipio no cuenta con la prestación del servicio de aseo, debido al bajo presupuesto asignado para saneamiento básico- dada la clasificación del municipio (sexta categoría)- razón por la cual se ha requerido la intervención de los entes de control departamental y nacional, sin embargo, esta ayuda no se ha brindado.


Cansados de esta situación, y al ver que la salud en el municipio ha tenido serias afectaciones, la ciudadanía se empoderó y tomó acciones para el cambio, en parte porque reconocen que el 80% de los desechos sólidos generados en el municipio corresponden a residuos orgánicos de origen domésticos, es decir, se producen en las casas. Es así como una gran parte de la población ha desarrollado acciones aisladas para mitigar esa problemática, sin embargo, los resultados no han sido suficientes, en parte por el bajo conocimiento que se tienen sobre reciclaje y gestión ambiental. Pese a los resultados, se reconoce la actitud de los ciudadanos de Margarita para contribuir a mitigar los impactos generados por la mala disposición de residuos, a través de la clasificación y reciclaje de residuos sólidos en los hogares.


Debe tenerse en cuenta que la gestión integral de residuos ocupa un lugar primordial dentro de la gestión ambiental, y está ligada con la salud pública que involucra diferentes actores. La mala disposición de estos desechos representa un peligro para las fuentes de agua, capa de ozono, depredación de grandes cantidades de bosques y la extinción de especies de fauna y flora, elementos vitales para garantizar la conservación de la vida.

Por lo anterior, es importante que los organismos públicos de control, ejerzan supervisión en el cumplimiento de la normatividad de preservar el medio ambiente y la salud de sus habitantes. Es por eso que la ley 99 de 1993 con modificaciones en el decreto 1713 de 2002 reglamenta la elaboración de Planes de Gestión Integral de Residuos (PGIRS), con el objetivo fundamental de minimizar de manera eficiente los riesgos que estos conllevan para los seres humanos y el ambiente.


El presente artículo centra su interés, en el Municipio de Margarita – Bolívar, el cual vive una situación crítica debido a que hace parte de los 19 municipios que no cuentan con un servicio integral de aseo (recolección, tratamiento y disposición de residuos sólidos), tal como se menciona en el Plan de Desarrollo Departamental (2016-2019). Este artículo expone cómo a través de estrategias pedagógicas se educa a la comunidad en el manejo de residuos sólidos, con lo cual se crea una nueva oportunidad para el mejoramiento del entorno a partir de la construcción de un pueblo progresista, en paz y en armonía con el ambiente, partiendo de su cultura y la oralidad, que bien se representa en el diálogo colectivo, propio de esta comunidad de mayoría afrodescendiente.


Nuestra propuesta de investigación va encaminada a responder la pregunta “¿cuáles son los modelos pedagógicos que pueden adoptarse en Margarita, Bolívar para que se realice la disposición final de los residuos, teniendo en cuenta que la población tiene una predominante cultura oral?”


Para la viabilidad del proyecto la construcción de los marcos teóricos y referencial se tuvieron en cuenta premisas de lineamientos estatales, estudios técnicos, estrategias y metodologías relacionadas con el tema, mediante las cuales se pretenden diseñar herramientas que mejoren la gestión de los residuos en todos los aspectos de la gestión integral aplicada, a nivel nacional, departamental y local. Para esto, se tomaron en cuenta distintas corrientes en el área de educación ambiental, que bien se ajustan al proyecto, así como estrategias de investigación cualitativa como el modelo IAP de Fals Borda, dado que se ajusta a la cultura de la población, que es predominantemente oral y abierta al diálogo colectivo.

En esta investigación, de corte cualitativo, se hace una observación profunda al manejo de los residuos, lo cual no conlleva a la recolección de datos sin medición numérica cuyo propósito consiste en “reconstruir” la realidad, a través de entrevistas a los habitantes, anotaciones y documentos relacionados con el tema investigado.


Es así como se desarrolla una estrategia de educación ambiental, a partir de los resultados de la investigación, que contribuyan a la gestión ambiental del municipio, y se eviten malas prácticas como arrojar basuras a afluentes hídricos, arrojarla en lotes o quemarla, y que sea un referente para la implementación de medidas que ayuden a disminuir los impactos que ocasiona el arrojar basuras en lotes o quemarla, para que desde la normatividad ambiental y desde el ordenamiento territorial se pueda resolver la problemática siguiendo los lineamientos de la Política Nacional Ambiental. Asimismo, se sientan unas bases para que la administración municipal desarrolle una política pública.


1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y OBJETIVOS


Margarita, Bolívar tiene un problema creciente de salubridad debido a las precarias condiciones para la disposición de residuos, así como por la ausencia de un relleno sanitario. Una solución a este problema es el reciclaje en casa, pero la población es aún reticente a hacerlo. Esta situación está generando problemas de alto impacto tanto para el ambiente como para la salud. Es notable, de acuerdo con la secretaría de Salud del municipio, las afectaciones a las vías respiratorias por el humo que provoca la incineración de las basuras por parte de los pobladores. A esto se suma el hecho que no hay una plena satisfacción de necesidades básicas (acueducto, agua, energía eléctrica). En las calles del municipio es notable el desaseo y la alteración al paisaje por la mala disposición de residuos.


Cada día que pasa, la producción de residuos va creciendo exageradamente, originando una problemática ambiental como la contaminación a recursos naturales (agua, suelo, aire) y la contaminación visual entre otros. Todo esto se genera debido a que son arrojados a fuentes hídricas, terrenos no poblados, o simplemente en lugares no apropiados, lo cual causa una alteración paisajística y de ecosistemas y, consecuentemente, afecta la salud. Es notable, de acuerdo con los testimonios de los pobladores y la observación que se realizó, el deterioro en la calidad de vida de las comunidades y una alteración a los recursos naturales.


Según Jaramillo (2003)[1], la mala disposición de residuos genera deterioro al ambiente; uno de los impactos directos, es la contaminación de fuentes hídricas, tanto superficiales como subterráneas. Esta se da porque se realizan vertimiento de basuras en ríos, canales y arroyos, así como la descarga del líquido percolado o lixiviado, producto de la descomposición de los desechos en los botaderos a cielo abierto o cuando se depositan en lugares inapropiados. La descarga de basuras a las corrientes de agua, incrementa la carga orgánica que disminuye el oxígeno disuelto, aumenta los nutrientes que propician el desarrollo de algas y dan lugar a la eutrofización, lo cual causa la muerte de peces, genera malos olores y deteriora la belleza natural de este recurso y de su entorno.


Los habitantes de Margarita asumen como acción válida arrojar la basura en lotes o simplemente incinerarla para deshacerse de los desechos que producen en sus hogares, porque no tienen el conocimiento ni la cultura de reciclar. A su vez, carecen de pautas para realizar el manejo de residuos sólidos de manera adecuada. Lo que aparentemente es una solución a su problemática resulta ser un agravante para el ambiente, exponiéndose a enfermedades y a la degradación del planeta.


La educación ambiental pretende en primera instancia sensibilizar y por ende concienciar al ser humano sobre su responsabilidad con el su entorno y el planeta, como lo señaló Pérez (2011). Es por esto que cobra vital importancia educar a los habitantes, para cambiar comportamientos y brindar soluciones que ayuden en forma positiva, fomentando la formación de una conciencia ambiental, diseñando y aplicando acciones educativas a través del proyecto de educación ambiental, encaminadas a mejorar la calidad de vida de las personas, de tal modo que sean partícipes en la solución y transformación de sus propios problemas. Y justamente la participación de la comunidad es un punto de partida en la educación ambiental según se reseña en Aguilera (2018).


En la actualidad el municipio de Margarita, Bolívar no cuenta con la prestación del servicio de aseo, debido al bajo presupuesto asignado para saneamiento básico dada la clasificación del municipio (sexta categoría). Más allá de la clasificación, está la poca gestión que han realizado los gobernantes de esta sección del país en la implementación de estrategias, como se evidencia en la ausencia de un plan integral de residuos.

De acuerdo con lo anterior surge la siguiente pregunta ¿Cuál estrategia de educación ambiental puede apoyar el proceso de disposición de residuos, teniendo en cuenta la predominancia oral en la cultura de la población de Margarita, Bolívar?

[1] Pineda, S (1998). Manejo y Disposición de los residuos Sólidos. Bogotá: LIMÉ. Pag 191


OBJETIVOS


OBJETIVO GENERAL

Diseñar estrategias educativas que impulsen a los habitantes de Margarita, Bolívar a realizar un manejo adecuado de los residuos sólidos.


OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Recopilar, analizar y sistematizar información correspondiente al territorio en estudio. (Encuestas, grupos de discusión, entrevista a profundidad, observación)

Generar un diagnóstico a partir del cual se puedan generar propuestas de educación ambiental.


Proponer una pedagogía que oriente a la ciudadanía en el manejo de residuos sólidos, basado en su cultura oral.


1.2 MATRIZ DOFA

Era necesario realizar un análisis a la situación del municipio para así tener una visión amplia y definir un campo. Este fue el diagnóstico que entregó la matriz DOFA.


Debilidades

  • La comunidad en general no tiene la suficiente

  • información acerca del manejo integral de residuos sólidos.

  • La autoridad ambiental no hace presencia constante en

  • El municipio.

  • Baja participación activa de la comunidad frente al

  • reciclaje.

  • Bajo nivel de conciencia y educación ciudadana en medio ambiente

  • Escasa participación de los entes locales en la gestión ambiental

  • El bajo presupuesto del municipio, no permite la recolección y manejo de residuos sólidos por su elevado costo de operación.


Oportunidades

  • Establecimiento de ONG que analizan el municipio y destinarán recursos para el desarrollo de proyectos asociados a la salud ambiental.

  • Ampliación del perímetro turístico desde Mompox a Margarita, lo cual originará más turistas y consecuentemente mayores recursos.

  • Aprovechamiento del recurso hídrico como un espacio especial para el turismo recreativo

  • Agrupación de pobladores de Margarita buscando solución para la problemática de las basuras en el municipio.


Fortalezas

  • Existencia de normas, leyes y entidades que favorecen la regularización de residuos sólidos.

  • Zona potencial de reserva y conservación ambiental que puede ser objeto de estímulo para su protección.

  • Diversidad biológica: recurso estratégico a largo plazo, donde se puede hacer un aprovechamiento investigativo, sostenible y eco-turístico.

  • Disposición de la comunidad de capacitarse en el manejo integral de residuos sólidos.


Amenazas

  • Degradación y destrucción de ecosistemas, biodiversidad y paisaje.

  • Uso de prácticas agresivas para el manejo de residuos sólidos.

  • Proliferación de animales, portadores de microorganismos que transmiten enfermedades a toda la población, conocidos como vectores.

  • Riesgos sanitarios cuando se manejan residuos domésticos mezclados con los peligrosos.

  • Alteración física y química del agua, aire y suelo.


2. MATERIALES Y MÉTODOS


Esta investigación tuvo una orientación cualitativa toda vez que buscó abordar la problemática desde el entendimiento de la población para asimismo desarrollar una propuesta de trabajo y no obtener en sí mismo datos, pues en principio estos ya existen. Badilla (2006) indica que con ¨la investigación cualitativa se parte de la convivencia con los grupos objetos de estudio y a partir de diversas técnicas se obtiene información[1]¨ con la cual se puede plantear una estrategia de cambio. Fue así como el grupo de investigación inició un proceso de convivencia y observación continua en la comunidad.


Para ello, se acudió a diversos instrumentos metodológicos que se reseñan a continuación, los cuales, en su mayoría, estuvieron basados en la metodología de Fals Borda, Investigación y Acción Participante (IAP). Es así como, con base en dicho método, y debido a las características de la población, se planteó el uso de IAP (Investigación Acción Participante) como metodología para intervenir el grupo poblacional, dado que permite la interacción fluida y de doble vía entre los investigadores y la población de forma horizontal. Los pobladores, que se sienten empoderados, consideran que pueden iniciar un verdadero cambio, por lo cual esta metodología se alineó a esos objetivos.


Entre los demás métodos utilizados para el desarrollo de esta investigación, se utilizaron encuestas, grupos de discusión, entrevistas a profundidad, observación, y observación participante, con lo cual se generaron unos resultados propicios que permitieron el desarrollo de la propuesta para atender la problemática de las basuras en Margarita, Bolívar. Estos instrumentos, que son de corte cualitativo-salvo la encuesta que, no obstante, se orientó hacia la dinámica de la investigación, permitieron que el grupo investigador se integrara a la comunidad e hiciera parte activa del proceso de investigación, luego de un trabajo de investigación y convivencia, como bien se mencionó anteriormente, con la comunidad de Margarita por más de seis meses.


Por su parte, la oralidad, que se ha mencionado como un pilar fundamental para manejar a este tipo de población, fue un eje rector durante el proceso de investigación, que al final entregó unos resultados con los cuales se pudo formular la propuesta de educación ambiental. Entender la idiosincrasia de la población y sus costumbres siempre abiertas al diálogo conllevó a que la comunidad se expresara libremente. Así fue como se identificaron las características de la población y las particularidades que motivan en parte la problemática de las basuras.


Los instrumentos metodológicos permitieron la obtención de información y su vez la comprensión de hábitos y malas prácticas ambientales, después de un proceso extenso de diálogo, observación y la adopción de sus costumbres en el hogar para el manejo y disposición final de los residuos.

[1] Tomado de: Badilla, L. (2006). Fundamentos del paradigma cualitativo en la investigación educativa. Redalyc, 4, 43.



3 RESULTADOS

Se obtuvo una muestra poblacional de 200 personas en un universo de 9.000 habitantes. Uno de los métodos que mejores resultados dio fue la encuesta que, como lo señala Anguita, Repollo y Donado (2013) “permite elaborar y obtener datos eficazmente” p.143. Fue así como se ejecutó este instrumento. De esta forma se le pidió al grupo poblacional que de 1 a 5, siendo uno la puntuación de menor valor y cinco la de mayor valor, califique el grado de conocimiento que usted tiene sobre reciclaje, estos fueron los resultados. El 43% se ubicó su respuesta en 3; el otro 23% se ubicó en 2; el 17% está se ubicó en 1; el 13% dijo se fijó en 4 y solo 5% quedó en 5. Estas cifras demuestran que más del 50% de la población tiene un conocimiento del reciclaje, por lo cual no es una actividad desconocida.


A su vez, a la pregunta “es usted constante con el reciclaje”, la cual daba la opción “sí”, “no” y explíquenos su razón, muestra unos porcentajes que de facto exponen la ausencia de un hábito y que además hacer separación en la fuente es tan solo una práctica aislada que se desdibuja porque no se aprecia un “beneficio directo”. El 79% expresó que no es constante con el reciclaje, mientras que el otro 21% aseguró que sí.


Entre las razones que, por medio de la entrevista los pobladores dieron, está el hecho de que no vale la pena gastar recursos como agua para hacer la correcta separación en la fuente si las demás personas se esfuerzan menos y siguen incinerando todos los residuos.

Asimismo, a la pregunta “cuál es el principal impedimento que tiene para reciclar en su casa o espacio de convivencia como local o negocio”, la población respondió así: un 48% aseguró que no le altera su calidad de vida; otro 24% aseguró que la contaminación no la afecta; un 20% señaló que no lo hace por desconocimiento general sobre el reciclaje; y el 8% restante indicó que reciclar no le representa un beneficio directo.


Igualmente, a través de un proceso del otro instrumento metodológico utilizado, los grupos de discusión, en el que se entabló un diálogo con la comunidad, se evidenciaron tres problemáticas que impiden el pleno proceso de reciclaje, ante lo cual la población resumió mayoritariamente así:


1) No conocen cómo reutilizar los residuos aprovechables ni qué hacer con ellos, dado que no existe un centro de acopio ni tampoco cómo reutilizarlos.

2) Los residuos que se reciclan como botellas, cartón y vidrio permanecen en la casa por mucho tiempo, y esto causa incomodidades, dado que propiamente no se reutilizan, sino que se entregan a algunos recicladores que vienen de otras veredas. Asimismo, tenerlo en la casa, según su opinión, “genera mugre y trae plagas”, esto en parte por la mala disposición asociada al desaseo. Por ejemplo, las botellas de plástico, que son aprovechables, no se lavan, y esto genera la aparición de vectores y roedores.

3) No existe una apropiación de causas individuales y reconocimiento como individuos generadores de residuos. Fue recurrente la frase “lo que yo quemo (incinerar) es poquito y no le hace daño a nadie.


Molina (2015) ha indicado que los grupos de discusión en la investigación de corte cualitativo permiten un mayor acercamiento entre la comunidad y el grupo investigador, lo cual genera un mayor acercamiento y permite liberar más propuestas para el área y el objeto de estudio.


Asimismo, como apoyo al grupo de discusión, se realizó otra encuesta a profundidad, que buscaba la elaboración de una propuesta de educación ambiental que contribuyera al aprendizaje y apropiación del reciclaje con todo lo que esto implica. Fue así como se les preguntó si estaban dispuestos a iniciar un proceso de educación ambiental para el manejo y aprovechamiento de los residuos aprovechables, así como a hacer una correcta disposición final de los orgánicos y no aprovechables. El 80 % indicó que sí le interesa recibir capacitación, frente a un 20 % que se rehusó a hacerlo, situación que puede revertirse una vez se inicie el proceso de capacitación en educación ambiental.


3. DISCUSIÓN


La población de Margarita, Bolívar decidió empoderarse por la misma afectación que ha tenido por la falta de un sistema estatal que haga la debida recolección de las basuras, por lo cual se comprende el hecho que la población tenga nociones básicas sobre el reciclaje. No obstante, sí es novedoso que, pese a que toda la población se ve afectada por la mala disposición de los residuos, a pocos les interese reciclar porque “no ven un beneficio directo”.

Quienes optan por reciclar sienten desmotivación al notar que sus vecinos no lo hacen, pues consideran que su entorno sigue afectándose aunque deje de reciclar. Esa es una de las principales causas por las cuales el reciclaje y las buenas prácticas ambientales no se toman como propias

Asimismo, resalta el hecho que existen falsas creencias frente al reciclaje que se esparcen por todos los hogares e impide que esta actividad se desarrolle, por esta razón incinerar las basuras sigue siendo un hábito común. Expresiones como “tener basura en la casa genera ruina”, “eso me va a hacer gastar más agua”, “eso es trabajar para otros”, “limpiar algo que no sirve” o “gastar más bolsas en vez de utilizar solo una” fueron frecuentes en los habitantes, lo cual mina un poco los esfuerzos de los investigadores y de quienes quieren un cambio. En este municipio, que tiene una marcada cultura de tradición oral, las creencias populares tienen un gran impacto y suelen asumirse como verdades, que cuesta eliminar del imaginario una vez se han arraigado.


4. PROPUESTA


Plan de educación ambiental para el manejo de las basuras basado en el reciclaje para la comunidad de Margarita, Bolívar


Si bien la alteración a los ecosistemas y la calidad de vida en Margarita, Bolívar por el manejo inadecuado de los residuos ha derivado en afectaciones al desarrollo socioeconómico de la población, así como también a la salud, es posible revertir esa situación si se ejecuta un plan de gestión ambiental orientado a la educación y capacitación, con lo cual se puede hacer una mejor disposición de residuos y consecuentemente mejorar el creciente problema de las basuras en el municipio.


Esta estrategia de gestión ambiental local, como bien se evidenció en los resultados de la investigación, debe tener un predominante enfoque hacia la oralidad, dada la idiosincrasia de los habitantes de Margarita. Como es una población con un arraigo cultural mayoritariamente afrodescendiente y a su vez existen costumbres palenqueras-comunidad que tradicionalmente formó su cultura a partir de los relatos y la comunicación oral- es un imperativo que las estrategias de educación que se desarrollen tengan esa característica.


Esto, asimismo, se observa en las costumbres de la población que, por las mismas características geográficas de su entorno, encuentran en la socialización y el relacionamiento con los demás miembros una forma de sobrevivir. Margarita, Bolívar es una sociedad abierta al diálogo y, principalmente, a escuchar historias, lo cual es otro principio para las estrategias pedagógicas que se contemplen dentro de los planes de gestión ambiental. El cuento y las historias no son una propuesta menor, teniendo en cuenta que a diario en las calles se reúnen los tradicionales cuenteros, quienes logran acaparar a decenas de personas que, en medio de la risa, prestan atención a lo que ese personaje les dice.


Entretanto, con base en la observación participante, las entrevistas a profundidad y los grupos de discusión, realizados como parte de las estrategias metodológicas de la investigación, la comunidad señaló que está dispuesta a capacitarse en la gestión de residuos bien sea desde el hogar o desde su negocio, eso sí, teniendo en cuenta las particularidades anteriormente mencionadas de la población.


Es necesario que las estrategias desarrolladas tengan como base el hecho que, si bien más del 50 % de la muestra poblacional tiene nociones del reciclaje, existe todavía un desconocimiento pleno de todo su proceso, situación un tanto negativa si además se tiene en cuenta, como bien se observó en la muestra aplicada, que la población no asume la responsabilidad de las acciones individuales y considera que su modo de actuar no incide de forma directa en la problemáticas de las basuras porque tiene la percepción de que los residuos generados son “pocos” y además cree saberlos disponer bien a través de la incineración-usualmente al frente de sus casas o en el patio trasero-, pese a que existen notables indicadores de afectaciones a la salud por las malas prácticas ambientales, que principalmente se generan en los hogares.


De esta forma, las estrategias para el cumplimiento del objetivo general planteado en esta investigación (diseñar estrategias educativas que impulsen a los habitantes de Margarita, Bolívar a realizar un manejo adecuado de los residuos sólidos) deben apuntar a resolver los principales obstáculos que tiene la población y que impiden una plena toma de conciencia en el proceso de reciclaje y disposición de residuos. De esta forma, se han identificado unos puntos específicos, los cuales fueron arrojados por los resultados.


En primer lugar, debe promoverse en sí mismo qué es el reciclaje y toda su cadena de composición. Para que la comunidad de Margarita, Bolívar comience un proceso de reciclaje debe recibir una capacitación en torno a esta actividad, pues los conocimientos que tienen son escasos y a su vez existen prejuicios que están muy arraigados en la población, lo cual es un factor negativo y que, si no se atiende, minará cualquier esfuerzo que se haga por promover una nueva cultura ambiental en el municipio.


Asimismo, como segunda acción, resulta necesario deshabituar las malas prácticas en cuanto a la disposición de residuos para así crear nuevas costumbres que permitan iniciar un verdadero proceso para la separación de residuos y su posterior reciclaje y reutilización. En este punto tiene gran preponderancia el aprendizaje colectivo y asumir responsabilidades individuales, con lo cual se puede enfrentar posturas como “yo reciclo y los demás no lo hacen”. En la medida que la estrategia pedagógica se vaya desarrollando, los resultados se harán más visibles.


A su vez, debe realizarse una diferenciación entre los procesos pedagógicos para los hogares y otra para los negocios, pues se identificó que si bien el proceso es similar, la forma como se hace la disposición final es diferente, pues en los negocios los residuos no se incineran sino que son entregados a los “carreteros”-personas que andan en un vehículo de tracción animal y recogen por un valor fijado con el propietario del establecimiento comerciales basuras para luego incinerarlas o arrojarlas a zonas baldías del municipio-, por lo cual se requiere una capacitación que exponga las responsabilidades individuales.


Las condiciones económicas en este caso conllevan retos distintos pues existe mayor voluntad en los hogares que en los negocios. Entre los cuestionamientos frecuentes que los pobladores objeto de la muestra estadística y con quienes se desarrollaron los grupos de discusión, era el hecho de que “otros” no tenían el mismo compromiso, y los negocios hacen parte de ese grupo así varios hogares que se rehúsan a reciclar y persisten con la incineración.


Como bien se ha intentado hacer con organizaciones como el Sena, es necesario que toda la población esté inmersa, y los “carreteros” hacen parte activa de ese proceso. Esta población merece un tratamiento diferente por su condición socioeconómica. Las capacitaciones que se les ofrezcan a los carreteros tienen un enfoque hacia la rentabilidad del negocio y su constitución como actividad económica, para lo cual se les deberá formar como forjadores del ambiente y protectores de los ecosistemas. Este grupo poblacional es el que mejor conoce dónde terminan los residuos y cuál es su cadena completa. Por ello, entregarles conocimientos y capacitarlos técnicamente en el manejo de las basuras representa un punto de inflexión para el manejo de las basuras.


Por otra parte, como Margarita, Bolívar en un municipio de sexta categoría no existen medidas coercitivas por parte de los entes locales como la alcaldía para aplicar sanciones salvo algunas amonestaciones que ocasionalmente de manera verbal realiza el comisario en acompañamiento con la policía. Por ello, la pedagogía del cambio, y no la del castigo, es otro punto de partida en las estrategias de conciencia ambiental que se aplicarán en Margarita, máxime cuando la misma población considera, según los resultados de los instrumentos metodológicos, que no existe un beneficio directo en reciclar y que la contaminación en el pueblo era algo que no le afectaba directamente, por lo cual, si se reciclaba o no, no cambiaría el panorama del pueblo. Esta situación expone la necesidad de exponer las responsabilidades individuales como un factor de cambio trascendental en la gestión ambiental del municipio.


Cabe resaltar que, si bien esta investigación está enmarcada dentro de una estrategia de gestión socioambiental, es necesario integrarle un componente de salud, respiratorio e infeccioso que han tenido principalmente los niños a causa del manejo de las basuras. Por ello, incluir información sobre salud, que exponga la relación directa entre el manejo de las basuras desde el hogar y el impacto en la salud, es un deber, para así generar un pensamiento holístico. Esto, debido a la ausencia de conocimientos técnicos y la precariedad en la educación misma de la población, requiere no solamente de capacitaciones apoyada en estrategias orales, sino que es necesario utilizar recursos gráficos que evidencien tal situación. De hecho, dentro las recomendaciones para los procesos de capacitación en reciclaje, los pobladores expusieron que es necesario utilizar medios didácticos que facilitaran el aprendizaje porque “eso del reciclaje era muy enredado, aunque pareciera que es fácil”.


Es así como los contenidos planteados, que como se ha mencionado anteriormente deben ser de corte oral, tiene que mostrar de forma integral la problemática de las basuras, como su impacto al ambiente, a la salud y a la actividad económica. Justo la crisis en que ha estado inmerso el municipio por décadas puede acrecentarse de no emprender acciones inmediatas. Asimismo, las perspectivas económicas que existen por los planes turísticos que se tienen para el municipio pueden detenerse, lo que significa que sí afecta a cada habitante no tener una cultura de gestión ambiental con el reciclaje.


Por otra parte, de acuerdo con las observaciones que se realizaron durante la investigación, así como por las recomendaciones que se entregaban, en las que por ejemplo se señalaba “que no se debía reciclar tanto porque eso traía ruina” y prueba de eso eran “los roedores”, lo cual afectaba la economía de cada hogar, muestra que es necesario controlar el prejuicio pues esto la dinámica de la intervención social e impacta de manera negativa las estrategias de educación ambiental. Bartolli (1989) ya había hablado del impacto que en la educación de temas sanitarios tenía el prejuicio al declararlo como un factor ecuativo que se reproducía fácilmente en un grupo poblacional.


Dentro de la estrategia de educación ambiental, se tiene que abordar el prejuicio y desmitificar esas falsas creencias que impiden el pleno aprendizaje del reciclaje. No es una cuestión menor atender el prejuicio, pues dentro del mismo proceso de investigación anterior a la generación de los resultados de investigación, se evidenciaba que culturalmente el prejuicio tenía una gran preponderancia en las opiniones, lo que en repetidas ocasiones fue un elemento distractor que incluso generó jocosidad.


No obstante, por la misma idiosincrasia el prejuicio no debe atacarse en sí mismo sino hacer de él un elemento a partir del cual se pueda generar un diálogo con la comunidad. En el desarrollo de la campaña, acudir a didácticas que despierten la curiosidad de la población es un valor positivo. Medina y Páramo (2014) señalan que en las áreas de educación ambiental “debe establecerse un puente entre lo teórico ambiental, el comportamiento individual y grupal”, lo que supone tener una plena comprensión de la composición social de la población objeto de estudio, y justo ahí entra el prejuicio, el cual, más allá de tener una significación peyorativa, hace parte activa de sus dinámicas culturales, en parte por su hábil y desarrollada oralidad.

Por otra parte, la estrategia de educación ambiental que se plantea, como quiera que tiene un enfoque integral, debe incluir un componente de historia ambiental que les permita a los habitantes verdaderamente comprender cómo han sido los cambios que hoy día sus ecosistemas y el paisaje urbano tienen producto de la actividad antrópica. Sarango, Sánchez y Saldívar (2016) sugieren que es necesario conocer el territorio y sus cambios a través de la historia para comprender cabalmente las responsabilidades que como especie se tienen. Esto, claramente es una herramienta que apoya la conciencia ambiental para asumir el reciclaje como una actividad que impacta las condiciones de vida.


Estrategia pedagógica oral de gestión ambiental


En Margarita, Bolívar se identificaron cuatro grandes grupos poblacionales que tienen incidencia directa en el tratamiento de los residuos, que se dividen así: hogares, negocios, carreteros y estudiantes. Aunque las funciones y conocimientos que se enseñen son similares, sí existen grandes diferencias en las responsabilidades que cada grupo tiene. Mientras que los hogares son un grupo más dispuesto al cambio, los negocios desconocen su responsabilidad y por ello la delegan a los carreteros, quienes a su vez desconocen el impacto que su actividad genera y les atribuyen la responsabilidad a los generadores de residuos.

Por su parte, los colegios son un factor esencial porque corta las malas prácticas y además los conocimientos que le enseñan a sus estudiantes pueden ser replicados en los hogares y, asimismo, en algunos negocios cuando los padres de los estudiantes tienen establecimientos comerciales.

Esta diferenciación es base para el programa de capacitación en gestión ambiental. De esta forma, se presenta una estrategia global, basada en la oralidad e idiosincrasia de Margarita, Bolívar, y cuyo objetivo principal es el de educar en la cultura del reciclaje, que se compone del ciclo de las 4R. Este es un primer paso para que se pueda emprender un cambio.


Es así como se sugiere realizar capacitaciones que tengan como base las preguntas W: ¿qué reciclar? ¿quién puede reciclar? ¿cómo reciclar? ¿cuándo reciclar? ¿dónde reciclar? ¿por qué reciclar? Si bien se recomienda realizar visitas domiciliarias, también es posible hacerlo de forma colectiva para integrar a toda la comunidad. Mientras se enseña el proceso (el cómo hacerlo) se van integrando otros conocimientos como lo son los beneficios que representa llevar a cabo esta actividad. Este proceso de enseñanza no debería ser de corte vertical, es decir, únicamente mediado por el gestor ambiental o quien desempeñe la función de enseñar, sino que tiene que ser incluyente e involucrar dentro del proceso a la comunidad. Ese enfoque participativo permite la integración de la comunidad. No obstante, estas capacitaciones deberían adoptar, para que sean efectivas, el estilo de la población: el cuento. Si no son entretenidas, la población perderá el interés, de ahí que sea necesario tener en cuenta las estrategias eduentretenimiento. Como lo ha señalado Américo, Chade de Grande y Tobygal (2015) el eduentretenimiento acude a diversos medios para educar de forma entretenida, lo cual es un factor esencial para el éxito de educación ambiental en esta población.


Por otra parte, en los colegios, los PRAES presentan una oportunidad en sí mismo para apoyar esta problemática, para lo cual será necesario unificar acciones y hacer de esta gran problemática del municipio un motivo de estudio en el que se involucre a toda la comunidad estudiantil junto con la población. Mientras que los padres de familia reciben formación en su espacio, los niños y jóvenes lo hacen en la escuela respectivamente.


Asimismo, es necesario crear un espacio diferenciado para los carreteros, ya que estas personas tienen a cargo las basuras de los negocios así como de algunos hogares. Como actividad económica, su función no se acabará y además resulta indispensable, por lo cual es necesario capacitarlos para que hagan una correcta disposición de los recursos y eviten arrojarlos a las quebradas y algunos bosques. Será necesario incentivar las buenas prácticas ambientales en esta población y exponerles cómo al hacer una buena disposición pueden obtener réditos económicos, ya que varios de los desechos que no reciclan en realidad son aprovechables y pueden ser revendidos incluso en el mismo municipio.


Esta estrategia se basa en la integralidad y el diálogo abierto así como en la inclusión de la población, algo propio de la idiosincrasia de Margarita. Es necesario generar una apertura a nuevas formas de capacitar y soportar las estrategias desde la comunidad misma.


5. CONCLUSIÓN


La comunidad de Margarita, Bolívar demostró durante el proceso de investigación que es proclive al cambio cuando se hace partícipe de los procesos y se les permite opinar y ser parte activa. Por esta razón el plan pedagógico que se diseñó tiene un fuerte componente oral y participativo.


La estrategia de gestión ambiental para mejorar la problemática de las basuras debe integrar a todos los actores del municipio, eso sí, haciendo trabajos diferenciados en la capacitación, pues se identificaron grupos poblacionales distintos que tienen funciones diversas aunque complementarias entre sí.


Es esencial que el plan de capacitación se soporte en una estrategia eduentretenida, que haga valer la oralidad y de forma paralela divierta y eduque. La comunidad, como bien lo manifestó, no recibe charlas acartonadas en la que se entregan procedimientos y además se instauran prácticas “propias del interior del país”, por lo cual es necesario crear un proceso divertido e inductivo.


En ese proceso, es necesario atender de forma temprana las falsas creencias que se forman en la población frente a la gestión ambiental y, puntualmente, el reciclaje, puesto que se van extendiendo por toda la población y se convierten en pensamientos inamovibles; por eso merecen un tratamiento especial en cuanto es un factor que mina los esfuerzos del aprendizaje.


La población requiere un apoyo constante durante la implementación; dar instrucciones no es suficiente. Como bien se apreció en la observación participante, a la población le gusta un trato cercano, y culturalmente están abiertos para que eso ocurra.


Bibliografía


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