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El arte de vestir bien en la oficina



Cumplir con las responsabilidades laborales, las tareas diarias o los compromisos sociales, no resulta suficiente para transmitir qué tipo de profesionales somos y hacia dónde nos proyectamos. Algunos ignoran el impacto que tiene nuestra vestimenta en la percepción de los demás, pero la realidad es que con nuestra presentación personal comunicamos más de lo que reconocemos; usted es lo que viste.

No se trata de una lucha constante por comprar prendas de altos costos, consiste en verse profesional, sentirse cómodo y proyectar ese sello personal que nos caracteriza. La forma de vestir ayuda a construir la identidad y el reconocimiento de la persona. La fashionista y ejecutiva de negocios, Christine Barberich, editor en Jefe de Refinery 29, dice “Cuando algo va contigo– ya sea un hermoso blazer, pantalones de talle alto, o un vestido halagador– eso demuestra que tú sabes quién eres y esa seguridad se proyecta en cómo te desenvuelves y tus múltiples habilidades”.

Existe un código de vestimenta en diferentes organizaciones. No se trata de perder la identidad ante un traje que podría verse ‘aburrido’; en este momento entra en juego nuestra creatividad. Hombres y mujeres podemos usar cierto tipo de accesorios que complementen nuestro atuendo sin dejar de lado la sobriedad; recordemos, menos siempre es más. Para aquellos que tienen dificultades al momento de elegir qué ponerse para ir a trabajar, en este artículo encontrarán algunos consejos prácticos para aplicarlos a diario.

Vestirse para crear una marca: ¡todos tenemos una identidad! No se trata de seguir una serie de reglas inamovibles, es cuestión de adaptarnos a la filosofía organizacional, aportando un toque de lo que somos. Para los hombres, con una buena corbata de colores no muy llamativos basta; para las mujeres, la naturalidad en el maquillaje y los accesorios minimalistas son perfectos para ir a trabajar.

Los viernes, un día sin corbata para demostrar estilo

El estilo casual wear ha tomado mucha fuerza en los últimos años. Este consiste en estar arreglado pero de una forma informal. Una recomendación muy importante es saber combinar unos tennis limpios con prendas que sean cómodas pero que no lleguen al extremo de la informalidad. Los jeans con muchos adornos o desgastes…mejor guárdenlos para otra ocasión. Ese estilo informal bien podría ser útil para los viernes, cuando algunas compañías permiten deshacerse de la corbata y los linos.

Para hombres, no es aconsejable el uso de prendas como camisas con estampados llamativos y difíciles de combinar; mejor opten por colores en tonos azules y grises, un atuendo monocromático ayuda a verlos más sobrios. En cuanto a los trajes de paño, pueden mezclar los colores tierra con tonos oscuros y blancos, eviten colores brillantes, como naranja, amarillo y rojo. Recuerden utilizar camisas bien planchadas y, según la ocasión, acompáñelas con una buena corbata de proporciones no muy grandes que cubra la totalidad de los botones de la camisa.

En cuanto a los zapatos si son formales recuerden que estén impecables, no importa el material o el color, la limpieza transmite profesionalismo. Asimismo, use calcetines del mismo color del pantalón para no generar mayor contraste y que sean los suficientemente largos para que no se vea la pierna al sentarse, este tipo de detalles hacen que la atención de su interlocutor se desvíe. Recuerde que las medias son una extensión del pantalón.

Faldas, ¡por supuesto!, pero con estilo

Para las mujeres que les gustan las faldas estas no deben quedar a más de una mano por encima de la rodilla, podría verse vulgar, al igual que escotes muy pronunciados y las camisas transparentes. Es mejor combinar prendas de tejido, con texturas que permitan moverse cómodamente y que no sean muy ceñidas al cuerpo. Por otro lado no es necesario usar tacones muy altos, influyen en nuestra productividad y comodidad.

La limpieza en la presentación personal es muy importante. Un buen peinado tanto para hombres como para mujeres, uñas limpias y cortas, así como rostros despejados son esenciales para transmitir una buena energía.

Los accesorios en la cabeza no se ven mal. Sin embargo, eviten los populares ‘caimanes’ para recoger el pelo, al igual que llegar con el cabello húmedo tanto a oficinas como a reuniones con clientes, eso transmite poca profesionalidad.

Ser fieles a lo que somos, tener nuestro estilo, la sencillez y simplicidad en nuestra forma de vestir permite que desempeñemos un gran trabajo al sentirnos seguros, confiables, cómodos y transmitir credibilidad permitirá alcanzar el trabajo de nuestros sueños; porque nos vestimos para lo que queremos ser.

Catalina Castillo Redactora Departamento de Contenidos

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