"Preguntar una pregunta", "especificar las especificaciones", "soportar los soportes" o "marcar una marca", se dice con frecuencia e, increíblemente, también se escribe. La cacofonía no es propiamente una redundancia pero casi siempre este es un signo de ese mal. La RAE define este término como "disonancia que resulta de la inarmónica combinación de los elementos acústicos de la palabra". Es decir, la misma combinación de un sonido de manera repetida en una oración, párrafo o texto.
Esas personas que en menos de diez segundos pronuncian hasta cinco veces la misma palabra o en el mismo texto repiten insistentemente el mismo concepto sin hacerle alusión a sinónimos o similares, 'tienen' cacofonía.
Imaginen que en una reunión un director financiero hable así: "los resultados financieros fueron satisfactorios porque fueron ustedes, señores accionistas, los que pusieron la confianza en esta organización. Algunos se fueron pero ustedes están aquí." Qué mal se escucha el "fueron" tres veces en menos de diez segundos. ¿Tiene credibilidad un profesional que se exprese así?
La cacofonía demuestra precariedad académica y pobreza en el lenguaje. El español es una lengua rica con aproximadamente más de 280.000 palabras. Sin embargo, de ese basto porcentaje, tan solo se usan 300. La pobreza en el léxico destruye las ideas y nubla los matices de la vida misma. ¿¡Cómo se puede hablar de inovacción si ni siquiera se distinguen palabras nuevas para comunicar esas ideas¡?
En los informes de gestión y resúmenes ejecutivos se ve con frecuencia la repetición del vocablo "empresa". Se utiliza hasta el cansancio que los lectores terminan por dudar a qué organización se refiere. Exceder el uso de una palabra, desde una perspectiva de la neurolingüística, tiene unos efectos nocivos. Es como gritar "véanme que soy importante". Por eso, acudan a los sinónimos y si estos no solucionan la 'repetición', cambien el concepto o idea. A veces, por no escribir una misma palabra en un texto resulta necesario cambiar el resto de la oración.
Por ejemplo, 'empresa', utilizada cada día puede remplazarse por corporación, compañía, organización, firma, consultora (si es el caso), multinacional, grupo, conglomerado, entre otras más. No obstante, debe tenerse en cuenta si el otro concepto encaja en las características del que se cambiará.
Para curar este vicio del lenguaje, lea a diario el periódico, bien sea el impreso o su versión web, siga en las redes sociales a organizaciones promotoras del buen lenguaje, medios de comunicación y, si quiere, a artistas. Esto le servirá para enriquecer su vocabulario e identificar errores. No crea que la forma correcta de hablar y escribir era la de su profesor, el de gafas que le daba español o ciencias sociales. No. Procure crear un estilo, pero que sea rico. Eso sí, tampoco se exceda con términos desconocidos porque causará el efecto contrario.
Posdata: no confundan la cacofonía con algunas figuras literarias tales como el paralelismo, las anáforas, o las dilogías de Góngora, ese autor que leyeron cuando cursaban la secundaria, por si acaso, ¿no?
Redacción Corporativa Departamento de Educación Tags: redacción para empresarios, cacofonía en los informes, expresión escrita y oral para empresas, capacitaciones en redacción